Hoy 16 de agosto de 2020 se festeja el día del despachante de aduana y resulta una ocasión propicia para realizar algunas reflexiones sobre la importancia de la actividad que realizan.
Debe celebrarse y reconocerse en primer lugar el rol que cumplen todos los despachantes de aduana autorizados, como auxiliares de la función pública aduanera.
Es la actuación de este profesional la que, debido a sus conocimientos acreditados de la materia aduanera, mejor garantiza el ágil desarrollo de las operaciones aduaneras, y es el mejor aliado del servicio aduanero para que el trámite administrativo y la operativa respectiva se realice de conformidad con lo previsto por la legislación aduanera.
Por otra parte, también son auxiliares del comercio, en su condición de mandatarios con representación de los importadores y los exportadores.
Pero debe advertirse que no se trata de un simple mandatario. Estamos en presencia de un mandatario que reúne condiciones específicas que lo califican como un verdadero profesional. En efecto, se trata de una persona que ha sido autorizada por el servicio aduanero para actuar como tal ante la aduana luego de acreditar sus conocimientos en materia de comercio exterior.
Los importadores y exportadores cuentan así con la colaboración profesional para efectuar sus declaraciones aduaneras.
La declaración de las mercaderías ante las aduanas a través de medios informáticos, que exige informaciones precisas en orden a la clasificación y la valoración de las mercaderías, a la aplicación de las reglas de origen, a la elección de las destinaciones aduaneras, etc., impone conocimientos acabados de la materia aduanera.
Frente a tales necesidades, la actuación de personas que carezcan de conocimientos necesarios, que no dominen las disciplinas de las distintas operaciones aduaneras, no sólo retrasa y entorpece las operaciones del comercio exterior, sino que aumenta las posibilidades de que los importadores y los exportadores incurran en infracciones y resulten pasibles de sanciones aduaneras.
Se advierte, entonces, que los despachantes de aduana con su actividad profesional permiten acelerar las operaciones aduaneras y, de tal modo, contribuyen a un desarrollo más fluido del comercio internacional.
En este sentido, sus conocimientos constituyen una garantía tanto para los importadores y exportadores como para la propia aduana y de tal forma brindan seguridad jurídica al comercio internacional.
Resulta claro que se hallan necesariamente insertos en la denominada “cadena logística del comercio internacional”, de la que constituyen un importante eslabón.
Cabe recordar que en la Convención sobre Asistencia Mutua Administrativa en materias aduaneras, del 27 de junio de 2003, denominada usualmente “Convención de Johannesburgo”, se define a la “cadena logística internacional” como “el conjunto de procesos concernientes al movimiento transfronterizo de las mercaderías desde su origen hasta su destino final”. Con esta perspectiva, se busca que los sujetos que intervienen desde la fabricación hasta la recepción de las mercaderías resulten confiables para las aduanas.
Las figuras como la de los operadores económicos confiables o autorizados no pueden prescindir de su consideración.
Al mismo tiempo, frente a los problemas que plantea la figura del “operador económico autorizado”, su regulación en las distintas legislaciones aduaneras debe ser muy cuidadosa y prudente, para evitar discriminaciones arbitrarias con relación a los despachantes de aduana que, por diferentes razones, no encuadren en esa figura y, sin embargo, en los distintos países tienen la consideración de auxiliares de la función pública aduanera.
Hemos recordado así la importante función que los despachantes de aduana cumplen tanto con relación a las administraciones aduaneras de los distintos países, como con relación a los protagonistas del comercio internacional.
Finalmente, debe advertirse que ante la situación económica que atraviesa actualmente nuestro país se impone con premura el incremento de nuestras exportaciones.
El comercio exterior constituye así un elemento de importancia crucial para posibilitar el crecimiento de nuestra economía y la incorporación de las divisas necesarias para atender a nuestros compromisos con el exterior y allegar recursos al Tesoro nacional.
En el desarrollo del comercio exterior y la necesidad de mejorar nuestra competitividad comercial la tarea profesional del despachante de aduana, con su experiencia y sus conocimientos en la materia, es muy importante.
Por lo tanto, frente a estos tiempos difíciles que vivimos y que vienen afectando la actividad profesional de los despachantes de aduana, puede vislumbrarse un próximo alivio y mejora, con el necesario e impostergable incremento de nuestro comercio exterior.
Aprovecho esta ocasión para felicitar a los despachantes de aduana en su día, con el deseo que pronto mejore la situación que los agobia, y también felicitar al Centro de Despachantes de Aduana, en la persona de su presidente don Enrique Loizzo.
Ricardo Xavier Basaldúa es ex presidente del Tribunal Fiscal y corredactor del Código Aduanero de la Nación.