La caída del muro de Berlín dio paso a la “globalización” y a la interacción entre las naciones, generando la interdependencia comercial que pregonó con la aparición de los acuerdos regionales y las uniones aduaneras.
Sin embargo, esas uniones no se conformaron rápidamente entre los países porque las decisiones políticas no se siguieron el ritmo del comercio internacional. La agilidad de las ventas en la era digital, a partir de internet, han revolucionado el comercio exteriorizando las necesidades de los negocios internacionales por encima de las decisiones políticas de las uniones aduaneras.
Al respecto, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) pregona que las administraciones aduaneras deben ser un eslabón en la cadena del comercio exterior, facilitando y agilizando su ejercicio. Esto no implica alejarse de la tarea fundamental de control aduanero sino enriquecerla de forma inteligente, posicionando a la aduana como en entidad protectora del comercio contra quienes realizan ilícitos como el terrorismo, el narcotráfico o el contrabando.
Tales lineamientos sugieren modernización de las aduanas, “incorporación de tecnología de alto nivel”, “utilización y adaptación de internet entre todas las aduanas del mundo” con una clara “capacitación plena” tanto de los funcionarios como de los actores que interactúan con estos organismos para el alcance de esos objetivos. Así, las aduanas podrían convertirse en un organismo que sirva de enlace, es decir, una “aduana puente”, centro de una red de relaciones que promueva la transparencia, facilite el diálogo, desarrolle la confianza y asegure el entendimiento mutuo.
En relación a ello, el programa de la Operador Económico Autorizado (OEA), dispuesto por Resolución 4150-E, publicada en Boletín Oficial del 26/10/2017, resulta un mecanismo alineado a tales objetivos.El OEA procura la agilización de las operaciones de exportación e importación mediante la reingeniería y la modernización de los sistemas de seguridad y facilitación de la cadena logística a los fines de preservar la integridad de la carga en concordancia con las exigencias internacionales del comercio global.
Pero como indica el marco regulatorio, este programa OEA necesita de una energía fundamental para darle viabilidad. Èsta deviene de acuerdos de reconocimiento mutuo entre las aduanas. Sin este tipo de acción reciproca no tendrá efectividad y solo podría ser un ensayo para la agilización parcial de la exportación y/o importación.
La “interacción entre aduanas” es el actual marco regulatorio del comercio exterior. Esto pregona un ejercicio ágil e inteligente, sustentado en el accionar de dos organismos aduaneros que, desde un marco puente, posibilita el flujo del comercio sin alejarse de la fundamental tarea de control.
En este sentido, desde la interacción aduanera efectiva si se podrá alcanzar la modernización que se sugiere implementar a las aduanas del mundo desde el marco normativo SAFE de la OMA .
La Redacción
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