El Gobierno de Uruguay a través de la Dirección Nacional de Aduanas comenzó la importación de lámparas y tubos de mercurio, según el decreto 15/2019.
Según el artículo 17 de la medida, publicada el 23 de enero de 2019, dispone el reglamento para la gestión adecuada de productos con mercurio y sus residuos, se establece un período de seis meses a partir de su publicación para iniciar el control de importación.
En ese sentido, desde el 23 de julio pasado, solo podrán importar, fabricar, armar o ensamblar los artículos permitidos por tal decreto, las personas físicas o jurídicas que cuenten con un plan de captación posterior al consumo, aprobado o en trámite de aprobación, cuando se superen las 200 unidades anuales.
Los artículos alcanzados por la normativa que ingresen al Uruguay (lámparas fluorescentes compactas y lineales, lámparas de vapor de mercurio a alta presión, lámparas fluorescentes de cátodo frío, lámparas fluorescentes de electrodo externo, lámparas de alta descarga, termómetros y aparatos para medir la presión arterial) no podrán exceder los contenidos máximos de mercurio establecidos en el Convenio de Minamata que Uruguay aprobó con la ley n.° 19.267, del 12 de setiembre de 2014 a los fines de proteger la salud humana y el ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio.
El Convenio de Minamata debe su nombre a la localidad japonesa de Minamata, donde en los años 50 se produjo el envenenamiento de la población debido a la ingesta de pescados y mariscos contaminados con mercurio, provocado por los vertidos de la empresa petroquímica Chisso, que provocó la muerte de cientos de personas y a otras tantas les provocó daño neurológico.
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