El Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) organizó un webinar el pasado 24 de septiembre de 2020, con el objetivo de seguir la evolución de la integración durante la pandemia, poniendo el acento en inversiones, inclusión social y transformación del paradigma de desarrollo.
Luego de las palabras de bienvenida del Embajador Javier Paulinich, Secretario Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), todos los ponentes coincidieron en la prioridad de fortalecer los mecanismos de integración y las estrategias de desarrollo para la región, en el contexto post pandemia.
El primero de los paneles tuvo como invitado al director del Intal-Bid, Pablo García, quien develó que en un marco de fuerte deterioro del comercio global y de escasos avances en la esfera multilateral, diferentes acuerdos de integración logran dar pasos importantes.
El director del Intal, al preguntarse qué ocurrió con la integración durante la pandemia, sostuvo: “Pasaron cosas. La más relevante fue la recuperación de la Unión Europea donde los líderes acordaron, en julio de 2020, un Mecanismo de Recuperación y Resiliencia por 750 mil millones de euros. Esto es relevante para la profundización del bloque europeo luego del cimbronazo del Brexit”.
Pablo García agregó: “También se firmó el T-MEC a partir del 1 de julio, en plena pandemia: un paso importante en el tema de integración, porque reemplaza el antiguo NAFTA e incluye nuevos capítulos en materia laboral, ambiental y energética, entre otros”.
“Otro avance es el Acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA) suscripto por Nueva Zelanda, Chile y Singapur, cuyo objetivo es impulsar un comercio digital inclusivo y sostenible”, indicó.
En esa dirección, desde el Intal manifiestan que en América Latina y el Caribe hubo tibios avances, pero los mecanismos de integración comenzaron a reaccionar pese a la pandemia.
“El plan de contingencia regional que armó la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) es lo más relevante. Se trata de un plan muy ambicioso para movilizar 1900 millones de dólares a fin de contener el impacto económico con una perspectiva de coordinación regional”, sostuvo.
Además, el director informó que el Mercosur aprobó un fondo especial destinado a mejorar la capacidad de testeo de COVID en los países miembros. El CARICOM armó un sistema para reforzar las respuestas médicas a través de profesionales expertos. A su vez, el PROSUR trabaja activamente para la reapertura de fronteras y mecanismos de compras conjuntas.
“En la región, las respuestas fueron más modestas, pero los mecanismos regionales de integración comenzaron a movilizarse ante la pandemia”, remarcó García.
La integración, ¿una necesidad y oportunidad?
“En la crisis actual, la integración es una necesidad y también una oportunidad en América Latina y el Caribe”, señaló el economista especializado en desarrollo económico. Explicó que terminada la crisis sanitaria, «seguramente enfrentaremos un escenario donde los países, en especial los desarrollados, mirarán más hacia adentro, preservando la seguridad de suministro y descansando en la autosuficiencia, posiblemente con una dosis mayor de proteccionismo, al menos por un tiempo».
«En este escenario estos mercados se nos “alejarán” aún más, por ello «una integración regional inteligente y pragmática será clave«, remarcó García.
“Para ese propósito, es imprescindible avanzar en la integración de la región a través de la convergencia en la multiplicidad de acuerdos que tenemos en América Latina y Caribe”, puntualizó. “Aquí juegan un papel clave las normas de origen. La región tiene 47 reglas de origen en 33 acuerdos preferenciales de comercio, lo cual genera un costo de cumplimiento alto”.
“Además, esta región tiene que trabajar la facilitación comercial”, agregó García. Y detalló los avances realizados durante la pandemia: interoperatividad, ventanilla única de comercio exterior, gestión coordinada de fronteras y acuerdos de reconocimiento de operador económico autorizado.
“Esta voluntad de integración manifiesta de los latinoamericanos en medio de la pandemia prueba que la integración no es una opción sino una necesidad”, concluyó el representante del Intal.
Herramientas flexibles de la ALADI
A su turno, el Subsecretario del Desarrollo del Espacio de Libre Comercio, Álvaro Espinoza, hizo referencia a los mecanismos que posee la ALADI caracterizados por la flexibilidad para celebrar acuerdos a nivel regional o bilateral con cláusulas de adhesión. Y sostuvo que ese mecanismo “alienta a desarrollar estrategias de convergencia entre sus países miembros”.
Asimismo, el diplomático destacó las acciones como la capacitación, información y apoyo a PYMES, la Certificación de Origen Digital y el Sistema de Informaciones de Comercio Exterior (SICOEX) con los que cuenta la ALADI para fomentar el comercio. También, el desarrollo e impulso a las iniciativas que propicien el encuentro entre empresarios de la región, como es el caso de la EXPO ALADI-Ecuador 2020, macrorrueda multisectorial de negocios que este año se desarrolla de manera virtual.
Para los panelistas, optimizar la integración es una pieza necesaria y efectiva para acelerar la recuperación en la región. El sistema interamericano, que cuenta con el BID y la ALADI, tiene un papel fundamental en esta tarea, porque la reactivación no puede demorarse.
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