El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, dijo que las trabas oficializadas el 10 de octubre por Brasil para los productos lácteos uruguayos no son buenas para ninguna de las dos naciones.
La medida "no le hace bien ni a Brasil ni a Uruguay ni al Mercosur", dijo el ministro a la radio local Carve, y señaló que se trataba de una "mala señal" en el marco de las negociaciones con la Unión Europea (UE) para un acuerdo de libre comercio.
El Ministerio de Agricultura brasileño oficializó el martes (10.10.2017) una prohibición de ingreso a lácteos procedentes de Uruguay, argumentando que Montevideo no envía productos propios, sino que está triangulando importaciones.
Para el canciller uruguayo esto "es un argumento muy "traído de los pelos" (sin asidero) del lobby" del sector lácteo brasileño, y explicó que "es imposible hacer una triangulación" de esas características.
Nin advirtió que su par Aloysio Nunes le comunicó que no estaba enterado de esta resolución, por lo que se espera que no sea de aplicación inmediata.
Para Uruguay esto debe ser "tratado con mucha delicadeza", sobre todo por las negociaciones que se llevan a cabo con el bloque europeo.
Las negociaciones entre la UE y el Mercosur continúan, ahora a la espera de que los europeos mejoren su oferta de cuota de ingreso de productos cárnicos sudamericanos.
El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) solicitó una cuota de 350.000 toneladas, tolerando al principio al menos 78.000, pero la oferta de Bruselas que trascendió esta semana apenas alcanza las 70.000, lo que complicó estas negociaciones, que comenzaron hace más de 20 años.
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