La Octava Jornada de Derecho Aduanero concluyó con gran éxito este miércoles 27 de noviembre de 2024 en Uruguay. El evento, que reunió a expertos y profesionales del sector, estuvo centrado en un tema de gran relevancia: “El décimo aniversario del Código Aduanero de la República Oriental del Uruguay (CAROU)”. Durante la jornada, se realizaron intensos debates y análisis que pusieron en evidencia la evolución de este código, que, aunque ha experimentado algunas modificaciones menores en los últimos años, continúa siendo una herramienta clave para el desarrollo del comercio exterior en el país.
La apertura del evento estuvo a cargo del Cr. Jaime Borgiani, Director Nacional de Aduanas, quien destacó que “este evento no se limita a la Aduana ni pretende imponer su visión, sino que también se enriquece con las perspectivas del sector privado y la contribución de destacados expertos”. Además, subrayó que el objetivo principal de estas jornadas es que no solo beneficien a los asistentes, sino que también contribuyan al desarrollo del país a través de los temas tratados. De este modo, el evento, organizado por la Dirección Nacional de Aduanas(DNA), fue acompañado por una celebración visual que reflejó los avances y logros del Código Aduanero a lo largo de su década de vigencia.
El Panel I: Aspectos Generales estuvo a cargo de Stanislao Lamenza (DNA), quien presentó una exposición titulada «Antecedentes, actualidad y perspectiva del Código Aduanero de la República Oriental del Uruguay «. Durante su intervención, destacó que el CAROU, señaló la evolución del Código Aduanero, que surgió como respuesta a la fragmentación y desactualización normativa previa, basada en leyes de 1964 y 1970. Inspirado en modelos internacionales como el Código Aduanero del MERCOSUR y el Convenio de Kioto, el CAROU consolidó la normativa en un solo cuerpo legal, facilitando el acceso y promoviendo la seguridad jurídica. Introdujo innovaciones como la regulación de infracciones aduaneras considerando la intención, el control de zonas francas y la incorporación de tecnología avanzada, como escáneres aduaneros. A lo largo de diez años, dijo, el CAROU ha demostrado ser adaptable a los avances tecnológicos y ha mantenido una aplicación estable, con pocas modificaciones. El Dr. Lamenza concluyó su ponencia enfatizando que, a pesar de los desafíos constantes, el CAROU se mantiene como «una herramienta sólida y moderna, preparada para abordar las necesidades actuales y futuras del comercio exterior«.
A continuación, la Dra. Cecilia Alfaro, Encargada del Departamento de Asesoría Letrada de la DNA, abordó el tema «Los institutos innovadores del CAROU y su aplicación práctica». En su intervención, destacó que el CAROU continúa siendo una fuente de aprendizaje para todos los actores involucrados, pero subrayó la importancia de mantenerlo actualizado para poder responder a las demandas de un comercio exterior que está en constante transformación. En este sentido, subrayó la importancia de la previsibilidad y el equilibrio entre facilitación y control. Entre los institutos mencionados, abordó el secreto de las actuaciones, los regímenes aduaneros especiales, la consulta vinculante y la autorrevisión, destacando su uso sostenido desde la implementación del Código. Sin embargo, también reconoció que algunos artículos necesitan revisión para mantenerse en sintonía con las transformaciones del comercio exterior y las conductas del sector. Concluyó con una reflexión sobre la importancia de un sistema jurídico justo, que equilibre estabilidad y cambios. “Un código que no acompasa la realidad corre el riesgo de volverse inoperante. Es nuestra responsabilidad garantizar que estas normativas sigan cumpliendo con su propósito: facilitar el comercio y garantizar la justicia”, finalizó.
En esa línea, el Dr. Daniel Olaizola, representante del Instituto Nacional de Logística (INALOG), abordó el tema de las «Propuestas de modificaciones operativas a 10 años del CAROU», subrayando que la normativa ha cumplido con sus objetivos principales. En este contexto, presentó una serie de ideas orientadas a la modernización y optimización del CAROU, entre las que se incluyen: la incorporación de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, garantizando la transparencia y el respeto a los derechos constitucionales, la modificación del régimen de depósitos aduaneros para optimizar recursos y aumentar la recaudación, la flexibilización de la admisión temporaria para casos de perfeccionamiento activo, la ampliación del plazo para la autodenuncia de infracciones, incentivando la regularización voluntaria; la centralización de los controles en zonas primarias bajo la gestión de la Dirección Nacional de Aduanas, con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa. «La Aduana ha demostrado una notable capacidad de crecimiento y adaptación. Sería interesante, además, profundizar mecanismos innovadores como las ventanillas únicas”.
Asimismo, el Dr. Raúl González Berro, representante de la Asociación de Despachantes de Aduana del Uruguay (ADAU), ofreció una exposición titulada «Temas a revisar a 10 años de la vigencia del CAROU». Durante su análisis, destacó tanto los logros alcanzados como las áreas que requieren mejoras, proporcionando una perspectiva histórica y crítica constructiva sobre la normativa.
González Berro calificó la implementación del CAROU como un avance significativo para el sector aduanero uruguayo, fruto de un proceso que incluyó a la academia, operadores privados e instituciones públicas. Sin embargo, señaló que la urgencia en su elaboración se debió a la necesidad de alinearse con el Proyecto de Código Aduanero del MERCOSUR (CAM), lo que limitó la adaptación del código a las necesidades específicas de Uruguay. Destacó la importancia de revisar disposiciones que generan dificultades operativas, como el depósito temporal y la disponibilidad jurídica de la mercadería, así como la falta de claridad en términos clave como «reembarque» o «reposición». Además, señaló inconsistencias en las normas sobre tributos internos y la necesidad de ajustar la regulación de infracciones aduaneras menores, como las relacionadas con el exceso de equipaje o vehículos de turistas. Concluyó que es necesario actualizar el CAROU para eliminar limitaciones y facilitar los procesos aduaneros.
La Lic. Fiorella Cagnone y la Lic. Cecilia Burnalli (DNA) abordaron el tema del «CAROU y el nuevo Régimen de Origen del MERCOSUR», vigente desde el 18 de julio de 2024, tras cuatro años de intensas negociaciones. Este régimen, alineado con las mejores prácticas internacionales, incorpora cambios clave para modernizar y agilizar los procesos comerciales en la región.
Entre los aspectos más destacados se encuentran la simplificación de los requisitos de origen, la transición de certificados de origen a pruebas de origen mediante autocertificación, lo que incrementa la validez de estos documentos. Asimismo, se asigna la responsabilidad de verificar el origen de los productos a las aduanas de los países miembros, lo que facilita y centraliza el control.
Otro cambio importante es la ampliación del plazo de conservación de los documentos de origen, que ahora se extiende a cinco años. Además, se flexibilizan los procedimientos para las zonas francas y se permiten correcciones en la acreditación de origen, contribuyendo a una mayor flexibilidad en los trámites aduaneros.
Este régimen tiene como objetivo fundamental ofrecer mayor transparencia, agilidad y seguridad jurídica a los operadores comerciales del MERCOSUR, al tiempo que fomenta una integración más eficiente y competitiva dentro del bloque.
El siguiente panel
Posteriormente, se abordó el Panel II: Aspectos Infraccionales y Disciplinarios, inaugurado por la Dra. Alejandra López Siécola (DNA), quien presentó el tema: “Evolución del procedimiento disciplinario de las personas vinculadas”.
La abogada abordó las innovaciones en materia disciplinaria relacionadas con la actividad aduanera, destacando los cambios implementados en la normativa vigente, especialmente a través del CARAU. Estas reformas incluyen la creación de una nueva categoría de «personas vinculadas» a la actividad aduanera, lo que amplía el espectro de agentes regulados y mejora el control sobre su conducta. Además, se amplió el elenco de sanciones aplicables a los despachantes de aduana, que antes solo enfrentaban suspensiones, pero ahora pueden ser sujetos a multas, inhabilitación y otras sanciones.
Una de las principales innovaciones fue la jerarquización del despachante de aduana, considerándolo un agente auxiliar del comercio y de la oficina pública aduanera, lo que incrementó su responsabilidad e idoneidad, afectando directamente el ámbito disciplinario. También se observa un aumento en los procedimientos disciplinarios desde la creación de esta nueva categoría, debido tanto al crecimiento de las operaciones aduaneras como a la expansión de la normativa.
Se señaló que las faltas administrativas y los procedimientos disciplinarios, aunque regulados en el CARAU, no han sufrido una gran innovación desde la normativa anterior. Por ello, se planteó la necesidad de reformular y actualizar las faltas y procedimientos disciplinarios, con un enfoque en dar mayor claridad y garantías tanto a los despachantes como a las personas vinculadas. Además, se está trabajando en un proyecto para mejorar el procedimiento, haciéndolo más idóneo y adecuado para los agentes vinculados, lo que garantizaría más transparencia y certezas en las operaciones aduaneras.
En conclusión, destacó la importancia de un marco normativo claro y un procedimiento disciplinario bien definido para garantizar la integridad y la ética en las operaciones aduaneras, protegiendo tanto a los operadores como al propio Estado.
En su intervención, el Dr. Pablo Labandera desarrrolló el tema «A 10 años de la vigencia del CAROU: ¿Más garantías o más indefensión para los administrados?». A lo largo de su exposición, realizó una crítica constructiva sobre los cambios y la aplicación práctica del CAROU, destacando tanto aciertos como áreas que requieren ajustes.
Labandera comienzó explicando el contexto histórico en que se aprobó el CAROU, subrayando que no fue una iniciativa proactiva, sino más bien una respuesta a situaciones complejas, como la aprobación del CAMP en el MERCOSUR, donde Uruguay se enteraba de decisiones ya tomadas. Este contexto impulsó la creación de mecanismos jurídicos adaptados a la realidad del comercio exterior.
Uno de los primeros puntos que destacó es el concepto de «territorio aduanero», que se redefinió en el CAROU. Antes existía una distinción entre territorio aduanero y territorio político, especialmente en las zonas francas, lo que generaba dificultades de fiscalización. El CAROU clarificó que existe un solo territorio aduanero, y las zonas francas fueron tratadas como extraterritoriales desde el punto de vista tributario. A partir de esta reconfiguración, se estableció una jerarquía en las zonas de control aduanero, con mayores facultades de fiscalización en la zona primaria y menores en la secundaria.
Labandera también mencionó que el CAROU permitió una reinterpretación de los principios generales de derechos en el ámbito aduanero, aunque con algunas críticas. Señala que la administración aduanera ha sido más restrictiva en la interpretación de principios como la proporcionalidad y la razonabilidad, lo que ha afectado la garantía de los derechos de los administrados. Este punto se vinculó con lo que él considera una tendencia hacia la indefensión en ciertas situaciones, ya que la interpretación de los derechos es más estricta de lo que deberían ser.
Un tema central de su intervención es la consulta vinculante, cuya interpretación estricta por parte de la administración aduanera ha ido en contra de la intención original del legislador, que buscaba mayor certeza y predictibilidad para los operadores del comercio exterior. Labandera abogó por una interpretación más amplia que permita a los administrados acceder a las garantías previstas en el CAROU.
Finalmente, abordó el tema de los plazos para la autorrevisión de irregularidades, criticando la insuficiencia de los 30 días hábiles establecidos para regularizar situaciones. Propuso que el plazo debería ser extendido cinco años, considerando que la detección de irregularidades a menudo toma más tiempo, especialmente en empresas multinacionales, que son las que suelen corregir estos errores debido a sus políticas internas.
Labandera reflexionó sobre la integración de la inteligencia artificial (IA) con el derecho aduanero, destacando una falta de normativas claras al respecto. Mencionó un reciente informe aprobado por la Organización Mundial de Comerciod (OMC), publicado en su página web, que analiza cómo la IA impacta el comercio internacional. El informe aborda el impacto de la IA en el comercio de bienes y servicios.
Las previsiones de la OMC apuntan a un posible incremento en el comercio internacional, con un aumento del 14% en el comercio de bienes para 2040, bajo una implementación homogénea de la IA en todos los países. En cambio, si la aplicación es desigual o no óptima, este aumento sería menor, afectando más a países menos desarrollados o en vías de desarrollo.
En resumen, Labandera planteó que, si bien el CAROU ha representado un avance importante en la modernización de las prácticas aduaneras, aún existen áreas que requieren reformas para asegurar mayores garantías a los administrados y evitar situaciones de indefensión.
En su presentación, el Dr. Leonardo Bon (DGI) abordó aspectos clave como «La infracción de defraudación y su conexión con el contrabando» . El ponente subrayó su especialización en el derecho tributario interno, particularmente en el Código Tributario Aduanero, y mencionó avances significativos en la Administración Fiscal, como la implementación de la prescripción de oficio después de más de 35 años. También abordó el tema de las consultas no vinculantes, permitiendo a los administrados obtener posiciones de la Administración sobre ciertos temas sin legitimación activa. En cuanto a la defraudación tributaria, señaló las dificultades en su aplicación, especialmente en infracciones de peligro, y la cuestión de la tentativa. Además, reflexionó sobre la responsabilidad subjetiva de los contribuyentes en estos casos y la posibilidad de aplicar sanciones acumulativas en los ámbitos tributario y penal. También destacó la importancia de garantizar un proceso judicial justo y conforme a las normas, particularmente en los casos de defraudación tributaria y contrabando, en los que las sanciones pueden coexistir. Finalmente, señaló la cuantificación de impuestos en el contexto de estos delitos y la competencia del tribunal aduanero para tratar estos casos, resaltando la complejidad técnica y los desafíos prácticos en la aplicación de la legislación tributaria y aduanera.
La Dra. Claudia Arriaga, en su exposición, reflexionó sobre «Aprendizajes y desafíos para la Fiscalía desde el CAROU» a lo largo de los últimos 10 años. Aunque ya no forma parte de la Fiscalía, detalló cómo este proceso transformó la práctica jurídica en la materia, destacando la necesidad de adaptarse a nuevas normativas y la implicancia de los conocimientos técnicos adquiridos a lo largo del tiempo.
Subrayó los logros del CAROU, como la ampliación y clasificación de conceptos, la creación de nuevos procedimientos (como la consulta vinculante y la autorrevisión), y la reorganización del régimen infraccional. Sin embargo, también mencionó ciertas deficiencias y críticas, como la falta de uso efectivo de la consulta vinculante, el riesgo de inseguridad jurídica para los despachantes, y la necesidad de mayor flexibilidad en la aplicación del proceso aduanero, particularmente en el ejercicio de la fiscalía.
Arriga expresó que, aunque no se han propuesto modificaciones significativas por parte de la Fiscalía, se discutió la posibilidad de reemplazar el proceso aduanero por uno civil en ciertos casos, lo que no prosperó. Además, comentó sobre la interpretación del Código en los tribunales y la importancia de redefinir el papel del denunciante en la audiencia indagatoria.
Finalmente, destacó mejoras en la ejecución de condenas y liquidaciones, aunque sugirió que aún existen áreas que podrían beneficiarse de ajustes para hacer el sistema más eficiente y equitativo.
Así, el evento llegó al cierre con las palabras de agradecimiento del Dr. Esc. Stanislao Lamenza, de la Dirección Nacional de Aduanas, quien resaltó el apoyo del sector público y privado para la realización del seminario, así como el esfuerzo de la División Jurídica y de Comunicaciones, que facilitó la participación de más de 400 personas. El Director Jaime Borgiani, por su parte, destacó: «Me voy encantado por la calidad de los expositores y el compromiso que demostraron. Cada presentación estuvo marcada por una interacción genuina, orientada a la mejora continua. Este es el camino para fomentar el intercambio de ideas entre el sector privado y las instituciones públicas, ya que todos buscamos que la Aduana y el Estado funcionen de la mejor manera posible«.
Al final, se anunció la próxima Jornada de «Integración y Transparencia Aduanera», que se realizará el 9 de diciembre a partir de las 9 h. El evento será también de modalidad virtual.
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