Las restricciones cambiarias comenzaron el 3 de diciembre de 2001 luego de casi 10 años de libertad cambiaria.
El cepo cambiario como se lo llama comienza el 28 de octubre de 2011 tras la victoria en las elecciones. Y continua hasta el 17 de diciembre de 2015 con el nuevo gobierno.
Luego de cuatro años de libertad cambiaria, después de las elecciones PASO del 11 de agosto de 2019, se reestablecen las restricciones al acceso al mercado de cambios a partir del 1 de septiembre de 2019.
Esas elecciones PASO provocaron una masiva salida de divisas del país y obligó al gobierno de aquel momento a imponer las restricciones cambiarias que habían sido derogadas a partir del 17 de diciembre de 2015.
A partir del 1 de septiembre se establece la obligación de ingresar y liquidar en el mercado de cambios los cobros de exportaciones.
Se limitó a USD 200.- mensual la compra de moneda extranjera para ahorro o giros a cuentas propias en el exterior o ayuda familiar.
Los préstamos financieros del exterior deberán ingresarse y liquidarse para poder ser pagados al vencimiento.
Breve cronología de restricciones cambiarias
Se establece el requisito de conformidad previa del BCRA para girar utilidades y dividendos.
Se restablecen la obligación de los bancos para efectuar el seguimiento de los permisos de embarque de exportaciones a través de la página AFIP BCRA SECOEXPO.
También se restableció para los bancos el seguimiento de despachos a plaza de bienes a través de la página SEPAIMPO.
Con posterioridad en mayo de 2020 aparece algo novedoso en el ordenamiento cambiario que fue controlar las operaciones de títulos valores, es decir quien hizo contado con liquidación o dólar MEP no podrá operar por 90 días en el mercado de cambiario. Esta medida fue provocada por el masivo acceso al dólar MEP y al contado con liquidación lo cual amplio la brecha con el dólar oficial y los dólares financieros y por ende con el dólar informal.
Contado con liquidación es comprar bonos contra pesos y transferirlos al exterior para tener los dólares afuera y el dólar MEP es comprar bonos contra pesos y venderlos contra dólares en una cuenta local.
Este control ha provocado que muchas personas físicas y jurídicas no hayan podido acceder al mercado de cambios por el periodo de 90 días.
Casi un mes después, el 28 de mayo de 2020, comienza el primer cepo a las importaciones que impuso un cupo para pagar importaciones teniendo en cuenta la relación entre los pagos efectuados desde el 1 de enero de 2020.
Posteriormente, en septiembre de 2020, se impone las restricciones a los movimientos en cuentas en moneda extranjera.
Las deudas financieras con contrapartes no vinculadas deben ser refinanciadas en la siguiente proporción: hasta el 40% se puede pagar al vencimiento y el 60 % debe ser refinanciado a dos años de vida media. Esto provoco muchos trastornos con los acreedores tanto de prestamos financieros como de Obligaciones Negociables ya que obligó a refinanciar el 60% de los pagos al exterior.
En octubre de 2020 se impone la presentación de la SIMI en estado salida para pagar importaciones de bienes por pagos anticipados, vista o diferidos sin despachos plaza.
Ya comenzado el año 2021 se establece que el pago de ciertos bienes suntuarios como barcos, aviones y automóviles de cierto importe deberán ser pagados a 365 días desde la fecha del despacho a plaza.
El año 2021 se flexibiliza el cepo a las importaciones de bienes de capital en algunos meses
Ya en el año 2022 se establece que el control de las SIMI pase al ámbito del BCRA. Las SIMI son los permisos previos que los importadores deben gestionar ante la AFIP antes de efectuar las compras en el exterior.
Se establecen tres clases de SIMI las categorías A, B o C. Esto ha provoca que un porcentaje alto de importadores no puede acceder al mercado de cambios para pagar las importaciones. Con las SIMIs B el pago debe hacer a los 180 días del despacho a plaza. Tal como ha sucedido en las deudas financieras, en las importaciones de bienes gran parte de los bienes importados debieron refinanciarse a 180 días, ya sea financiados por los proveedores, bancos del exterior o bancos locales.
El 27 de junio, con las reservas del BCRA, cayendo dramáticamente se implementa otro control on line por parte del BCRA lo cual hizo que gran parte de los importadores no puedan seguir accediendo al mercado de cambios lo cual disparo los dólares financieros de MEP y contado con liquidación. Los importadores buscaron alguna forma de pagar a sus proveedores y mantener sus actividades. La brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros superaron el 100%, hecho que coincidió con la renuncia del ministro de economía.
Otras medidas fueron el «dólar soja» para los productores de granos que no tuvo mayor éxito y el adelanto de prefinanciaciones de exportaciones por 180 días para ingresen los grandes exportadores del país.
En síntesis, desde el cepo cambiario impuesto desde el año 2011 el país dejó de crecer, nunca más volvió a tener a las tasas de crecimiento registradas desde la salida de la crisis del año 2002, a pesar del breve periodo de libertad cambiario 2015/2019, el crecimiento del país quedo estancado desde hace 11 años.
El fuerte cepo impuesto tanto a las importaciones de bienes y servicios, como al ingreso y salida de capitales sumados a la obligación de ingresar las divisas los exportadores a un dólar oficial con una brecha del 100% sobre los dólares financieros menos las retenciones hacen que el crecimiento económico del país se vea afectado fuertemente ya que toda la economía del país y los procesos productivos necesitan importaciones de bienes.
Queda el desafío, entonces, de ir normalizando el mercado de cambios con libertad para importar y exportar a valores competitivos, en un contexto de la pospandemia tan difícil, con la guerra de Rusia a Ucrania.
Es contador público por la Universidad de Buenos Aires (UBA).Tiene un Posgrado en Finanzas en la Universidad Argentina de Empresas (UADE). Actualmente, es Responsable de Área Técnica Comex, en Banco Santander Argentina, desde 1987. También se desempeña como Secretario de la Comisión Comex en Asociación de Bancos Argentinos (ABA), desde 2011. Está casado hace 34 con Adriana Barsanti, tiene tres hijos de 33, 31 y 26 años, todos profesionales.