Un informe de la Secretaría de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) concluye que es probable que la pandemia de COVID-19 “revierta gran parte del progreso económico y social ya logrado” hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, las intervenciones gubernamentales y la reforma significativa del sistema de comercio multilateral brindarían la oportunidad de girar hacia el crecimiento a largo plazo y el desarrollo sostenible.
El informe titulado «Comercio internacional y desarrollo» concluye que las perturbaciones económicas y sociales causadas por COVID-19 han provocado pérdidas de aproximadamente 6 billones de dólares en el comercio mundial, un 50% más que la disminución del comercio que se produjo durante la recesión de 2008. Las perturbaciones económicas han afectado a algunos sectores más que a otros, en particular los sectores de la automoción, los textiles y la confección, el sector del turismo y diversos sectores de la maquinaria. La caída de los precios del petróleo crudo ha provocado una «caída drástica de los ingresos de exportación» para los exportadores de petróleo, y los precios del petróleo bajos sostenidos pueden afectar el desarrollo de las energías renovables, ya que los consumidores tienen menos incentivos para cambiar de combustibles fósiles a renovables.
COVID-19 es “no solo una crisis de salud, sino también una crisis de empleo y medios de vida” que afecta el progreso de los ODS, afirman los autores. Las caídas absolutas en los ingresos de exportación afectan la capacidad de los PMA para alcanzar los ODS en general y para alcanzar la meta 17.11 de los ODS, de duplicar su participación en las exportaciones mundiales para 2020. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado las desigualdades (ODS 10) y ha afectado significativamente a las sectores económicos (ODS 5), como el sector de la confección, empujando a las trabajadoras hacia la pobreza extrema (ODS 1).
El informe enfatiza que la realización de los aspectos de género de la Agenda 2030 “están en riesgo”. La crisis económica afecta de manera desproporcionada a las mujeres de varias maneras descritas en el informe, incluido un “aumento exponencial del tiempo que las mujeres dedican al trabajo de cuidados”, lo que afecta su capacidad para mantener el empleo o seguir trabajando a tiempo completo. El resultado es trasladar a las mujeres de trabajos estables y protegidos a trabajos más informales. Además, los países con sistemas de denuncia han informado de un aumento de la violencia doméstica contra la mujer.
En cuanto a los ODS relacionados con el medio ambiente, la pandemia ha tenido «efectos positivos observables» en los niveles de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la calidad del aire, el suelo y el agua. Las exportaciones de pescado pueden «reducirse en aproximadamente un tercio en 2020». El informe sugiere además la posibilidad de combinar soluciones al cambio climático y COVID-19 en una respuesta coherente. Aún así, la pandemia también ha tenido impactos ambientales negativos, incluido el aumento de los volúmenes de desechos no reciclables, la interrupción del mantenimiento y el monitoreo de los ecosistemas naturales y las interrupciones en los mercados y las cadenas de valor de los bienes y servicios basados en la biodiversidad.
Se prevé que los impactos macroeconómicos en los ingresos derivados del COVID-19 afectarán la seguridad alimentaria. Por lo tanto, el informe recomienda fomentar la producción nacional de alimentos y cadenas de valor alimentarias regionales más cortas para garantizar que, en el futuro, la seguridad alimentaria no dependa demasiado de los mercados internacionales y para reducir la huella de carbono de las cadenas de valor alimentarias mundiales.
La crisis de COVID-19 ha acelerado la adopción de tecnologías digitales, que han sido una «herramienta fundamental para mantener la continuidad empresarial y vital» y han permitido aumentos en el teletrabajo, la telemedicina y la educación en línea. El Gobierno de Senegal, por ejemplo, ha facilitado y creado una plataforma de comercio electrónico para facilitar el acceso a los sitios web de las pequeñas y medianas empresas (PYME) que venden productos básicos, lo que ha permitido que las empresas sigan funcionando. Sin embargo, no todo el mundo está lo suficientemente preparado para adoptar la digitalización. Al igual que con la crisis del coronavirus y otros desafíos de desarrollo interconectados el mundo necesitará un respuesta multilateral para hacer frente al desafío de la digitalización, indica la UNCTAD.
El informe recomienda reconstruir un sistema comercial multinacional a través de la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que ofrece resultados negociados y contribuye a la recuperación posterior a la crisis y el desarrollo a más largo plazo. En consonancia con la meta 17.10 de los ODS, el reporte pide un sistema de comercio multilateral universal, basado en normas, abierto, no discriminatorio y equitativo. Así sugiere que un área de reforma podría ser los principios del trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, reemplazando la práctica de la autodeclaración de la condición de país en desarrollo por criterios objetivos como el nivel de ingreso per cápita y participación en el comercio mundial.
En general, el documento concluye que la pandemia corre el riesgo de revertir la mayor parte del progreso de los ODS, pero las intervenciones de respuesta del gobierno y la reforma del sistema de comercio multilateral ofrecen una oportunidad para que el comercio mundial y las economías nacionales pivoten hacia un camino de crecimiento a largo plazo y desarrollo sostenible.
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