Menos de una semana después de la asunción del nuevo presidente de los argentinos, cuando el foco del análisis está puesto en la viabilidad y las consecuencias económicas y sociales de sus primeras medidas, Aduana News le propuso al analista internacional Mariano Turzi, repensar los cambios mundiales y el rol del país ante ellos.
– Su área de especialidad son la geopolítica y las tendencias globales. ¿Qué mundo le espera al presidente Milei?
– El centro del debate sobre la crisis mundial es si las tensiones geopolíticas están fracturando la economía mundial en bloques rivales y revirtiendo la globalización. Yo creo que el sistema internacional indudablemente se ha vuelto más incierto y turbulento. Pero que el diagnóstico de una globalización es un poco exagerado a la luz de la evidencia de la que disponemos. Es por eso que la nueva administración haría bien en comprender que aunque el entorno de las políticas públicas se ha vuelto menos propicio a la globalización, la resistencia de los flujos mundiales desaconseja cambios estratégicos más drásticos basados en la idea de que los mercados se volverán sustancialmente menos globalizados. En el mundo hoy se puede cooperar y competir, acordar y disentir; en múltiples foros y sobre temas superpuestos, entre los sectores público y privado.
-¿Y para las empresas?
-Cambiando mi sombrero de académico de la globalización al de consultor de riesgos, les digo a las empresas que deberían responder al aumento de las tensiones geopolíticas con ajustes específicos de sus estrategias globales y una buena gestión del riesgo. La pandemia de COVID-19 trastocó las cadenas globales de valor. La guerra ruso-ucraniana, que provocó trastornos masivos en el suministro mundial de energía y alimentos. Al mismo tiempo, los gobiernos y los consumidores concientizados tratan de abordar problemas mundiales como la esclavitud o los estándares ambientales, y presionan a las empresas para que hagan lo mismo. En este contexto, las empresas precisan saber qué esperar y cómo prepararse. Marcos conceptuales totalizadores O paradigmas extrapolados del pasado como una nueva guerra fría serán una pobre guía de acción para el sector privado.
–Usted ha escrito que la globalización es tanto virtual como digital.
-Y también las amenazas tecnológicas. La mayor digitalización y dependencia de la tecnología ha llevado a un mayor riesgo de robo de propiedad intelectual y ciberataques tanto a gobiernos como a empresas. En 2017, AP Moller-Maersk, una compañía naviera danesa, sufrió un ciberataque que detuvo temporalmente las operaciones de la empresa y acabó costándole entre 200 y 300 millones de dólares. Estas amenazas existen y requieren contramedidas eficaces para protegerse contra las ciberamenazas y, en caso necesario, continuar las operaciones en medio de un ciberataque.
–¿Cuál es el rol de las Aduanas en este contexto global?
-Trasladar productos a través de las fronteras nacionales se ha complejizado en los últimos años, ya que los acontecimientos internacionales y el entorno normativo han añadido numerosos riesgos. La volatilidad se ha convertido en la nueva normalidad de la cadena de suministro mundial. Hay múltiples ejemplos: cierres de puertos e instalaciones de fabricación durante la pandemia, la volatilidad de los precios resultante en los costos de transporte debido al aumento de la demanda durante la post-pandemia, las presiones inflacionarias sobre los insumos utilizados en la fabricación y el impacto de los eventos climáticos extremos sobre el retraso en el transporte. Las aduanas pueden jugar un rol fundamental en ayudar a las partes interesadas a mitigar sus riesgos en este complejo panorama comercial.

El cumplimiento de las normas comerciales es un componente esencial de la estrategia de gestión de riesgos de cualquiera de mis clientes corporativos que tiene repercusiones operativas, financieras y reputacionales. El incumplimiento o modificación de normas aduaneras impacta directamente en la cadena de suministro.
–¿Argentina está preparada para el nuevo mundo que usted analiza?
-Mancur Olson elaboró una teoría acerca de la acción colectiva que creo explica perfectamente el problema que tenemos en Argentina. Los actores sociales son más propensos a participar en la acción colectiva cuando perciben beneficios personales al hacerlo. Hay incentivos para no participar en acciones colectivas porque pueden beneficiarse sin contribuir. Cuanto más grande el grupo, más difícil es lograr la cooperación. Aunque los individuos, empresas o sectores puedan compartir objetivos e intereses comunes, la capacidad para agruparse y actuar colectivamente para avanzar o defender esos intereses no es automática. La demografía y la economía acompañan a la Argentina: hay una población creciente, que además demanda cada vez más alimentos, agua y energía, todos recursos que el país posee en abundancia. Existen múltiples oportunidades, pero a la vez nuevos riesgos.
–Usted plantea que a la hora de analizar los riesgos globales, el estado de la acción colectiva es decisivo
-Sí, porque los riesgos internacionales son procesados por la economía política interna. Le doy un ejemplo: vivimos en un mundo que cada vez más demanda commodities alimentarios, traccionados por el ascenso de las clases medias en el Indo-Pacífico. Por eso la producción de productos agroindustriales que en el mundo en general está subsidiada. En Argentina está gravada y sigue siendo competitiva internacionalmente. Aunque podemos comprender que esto es contraproducente para insertarse en una cadena global de valor, refleja la organización política un país. Es el estado el que crea esas condiciones políticas para que surja la acción colectiva o se profundicen las distorsiones. Países con recursos pero sin estrategias suelen acabar invadidos o sometidos. Se puede tener petróleo y ser Nigeria o Noruega, Irán o Venezuela.
–¿Hay salida a la espiral distorsiva?
-Sí. Antes déjeme aclarar que esas distorsiones pueden ser económicas (precios y cantidades), políticas (corrupción) y sociales. La acción colectiva en el largo plazo crea nuevos valores económicos (externalidades positivas, encadenamientos productivos), políticos (transparencia, equilibrio de poderes) y sociales (asociatividad, solidaridad) que redefinen los intereses puramente pragmáticos de corto plazo. Esto es equivalente al proceso de fiado en el kiosco de nuestro barrio cuando éramos pequeños: la repetida interacción generaba la confianza para comprar sin dinero o dejar demás. Y eso derramaba en que se generaban relaciones personales entre comerciante y cliente.
Perfil
Marinano Turzi es PhD en estudios internacionales (SAIS-Johns Hopkins University).
Se desempeña como docente (UCEMA-Austral) y consultor de riesgo político nacional e internacional.
Aduana News es el primer periódico argentino de aduanas en lanzar su versión digital. Con 20 años de experiencia, sus publicaciones e iniciativas apuntan a facilitar el conocimiento más relevante de las cuestiones aduaneras a fin de contribuir con el comercio seguro en la región.