Días después del anuncio del Gobierno Nacional sobre la posible baja de aranceles a la importación de celulares y la habilitación del servicio courier entre Tierra del Fuego y el continente -una medida que impactaría directamente en la provincia más austral del país, amparada por un régimen especial de carácter general debido a su lejanía de los principales centros urbanos-, el especialista en aduanas y comercio internacional Gustavo Fadda dialogó con Aduana News para analizar las implicancias aduaneras, fiscales y comerciales de la iniciativa, en un contexto que aún aguarda su formalización oficial.
◾Enfoque aduanero y fiscal
–¿Cuál es su visión sobre el impacto que puede tener la baja de aranceles a la importación de celulares en la recaudación aduanera y en el control del comercio exterior, considerando especialmente el régimen especial vigente en Tierra del Fuego?
-La eliminación progresiva de los aranceles a la importación de celulares (del 16% al 0% en 2026) tendrá un impacto directo en la recaudación aduanera y en el régimen especial de Tierra del Fuego, afectando la estabilidad del régimen de promoción industrial que ha estado vigente por más de 50 años.
También se destaca la reducción de los impuestos internos, del 19 al 9 %, y para Tierra del Fuego, del 9 al 0 %, que grava el consumo de bienes suntuarios y lujosos —cosa que los celulares o los televisores, por ejemplo, claramente no lo son.
Según estimaciones recientes, el régimen de promoción industrial en la provincia representa un costo fiscal de más de USD 1.070 millones anuales, de los cuales USD 630 millones corresponden a beneficios en el IVA y USD 436 millones al tratamiento arancelario preferencial.
Desde el punto de vista fiscal, la menor recaudación por derechos de importación podría compensarse parcialmente con un aumento en la recaudación del IVA, ya que los celulares importados seguirán pagando el 21%, mientras que los kits ensamblados en Tierra del Fuego continuarán exentos. Sin embargo, la competencia con productos importados podría reducir la producción local, afectando el empleo y la actividad económica en la provincia.
◾Régimen de courier
–¿Cómo evalúa el rol del régimen de courier como canal de ingreso de celulares en este nuevo contexto de apertura? ¿Podría volverse un vehículo de subfacturación o elusión impositiva si no se refuerzan los controles?
-Aquí es donde el régimen courier cobra un protagonismo inédito. En un escenario de baja de aranceles y reducción de impuestos internos, el canal del courier -que ha sido recientemente modificado, elevando el tope de importación de USD 1.000 a USD 3.000 por envío, con un máximo de cinco envíos anuales por persona- se posiciona como una vía ágil y directa para la importación de productos tecnológicos, incluidos celulares.
Un elemento novedoso es la inclusión de Tierra del Fuego en este sistema, lo cual permite que consumidores de todo el país accedan a productos electrónicos fabricados en la isla sin intermediarios. Esto implica una equiparación del régimen interno con el acceso a productos del exterior, poniendo a todo el sector productivo nacional frente a un escenario de mayor competencia.
Sin embargo, esta facilitación también conlleva riesgos. Si bien el régimen courier permite una mayor democratización del acceso a tecnología, la falta de controles adecuados podría abrir la puerta a maniobras de subfacturación o elusión fiscal. Importadores podrían declarar valores menores a los reales, lo que afectaría tanto la recaudación como la equidad del sistema.
◾Enfoque de política comercial
–Desde una perspectiva estratégica, ¿cómo se puede compatibilizar esta medida de liberalización comercial con una política industrial que preserve la matriz productiva de Tierra del Fuego sin generar desindustrialización?
-Desde un enfoque más amplio, la liberalización comercial debe armonizarse con una política industrial que preserve el tejido productivo de Tierra del Fuego, evitando un proceso de desindustrialización abrupto. El régimen fueguino ha sido cuestionado por su alto costo fiscal, pero también ha contribuido al desarrollo económico y demográfico de una región estratégica.
Una alternativa viable sería reformular el régimen de promoción, migrando de un esquema basado en exenciones impositivas hacia un modelo que incentive el valor agregado, la innovación tecnológica y la diversificación productiva. Así, se reduciría la dependencia del proteccionismo tradicional, preparándose para competir en un entorno más abierto.
Programas de reconversión industrial, líneas de crédito orientadas a la innovación y políticas de exportación podrían complementar esta transición. Es fundamental que el cambio sea gradual y transparente, para evitar impactos sociales negativos.
◾Reflexión final
A modo de cierre, Gustavo Fadda recordó que el origen del Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego respondió, más que a razones económicas, a una decisión geopolítica: poblar y desarrollar el extremo austral del país. Con el tiempo, esa visión estratégica fue reemplazada por una lógica economicista que se enfoca únicamente en los costos fiscales del régimen.
Por eso, advierte que cada vez que se intenta modificar este esquema sin una transición ordenada y con visión a largo plazo, resurgen los desequilibrios, tanto fiscales como sociales. “Es fundamental que cualquier cambio que se introduzca combine gradualismo, transparencia y visión estratégica -concluye- para garantizar tanto la competitividad como el desarrollo equilibrado de todas las regiones del país”.
Aduana News es el primer periódico argentino de aduanas en lanzar su versión digital. Con 20 años de experiencia, sus publicaciones e iniciativas apuntan a facilitar el conocimiento más relevante de las cuestiones aduaneras a fin de contribuir con el comercio seguro en la región.